In un'atmosfera familiare e con la migliore pasta, la Trattoría Véspoli, nel cuore di Mar Del Plata, è un emblema della gastronomia locale.
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Don Chiche Vespoli fundó hace ya más de 50 años la Trattoría Véspoli, en el
corazón de Mar del Plata, que mantiene sus costumbres y hacen sentir a cada cliente como en casa. 
Turistas de todo el país y de otras partes del mundo, y ciudadanos marplatenses disfrutan de sus pastas artesanales en un ambiente cálido y familiar. Sentarse en una mesa del famoso restaurante italiano es un viaje en el tiempo entre sabores y aromas deliciosos.

Calificada como la “Primera Sorrentinería del país”, la trattoría se caracteriza por sus pastas artesanales y hechas con productos de primera calidad. “Por eso sus platos tienen un sabor especial, se siente la frescura de la materia prima”, afirman los comensales.
Ni bien uno cruza las puertas de entrada, en las paredes pueden verse imágenes de la Costa Amalfitana, fotografías de Nápoles y todo un aire de italianidad que se mezcla con los aromas del tomate fresco, las salsas típicas y la tradición que mantiene a este lugar mítico por el que han pasado personalidades de todas las épocas como por ejemplo Fito Paez, Carlos Menem, Julio Cesar Falcioni y hasta el mismísimo Peter Fonda.
Si bien Don Chiche ya no está, la trattoría sigue adelante al mando de su hija Patricia y su marido, Pablo. Juntos mantienen vivo el espíritu del lugar con sacrificio pero también con una gran satisfacción.

Los auténticos creadores de los sorrentinos

En la Trattoría Véspoli se preparan todo tipo de pastas (desde ñoquis hasta lasagna) pero sin dudas su plato principal son los famosos sorrentinos, acompañados por la legendaria “salsa Véspoli”. Muchos de los que cruzan las puertas del local, son clientes desde hace años que, una vez probaron esos sorrentinos y ya nunca más dejaron de visitar la trattoría.

A la hora de los postres también hay tiramisú, gelato y flan con crema. Será por eso que corre el rumor entre las mesas de que “quien entró alguna vez a Vespoli, siempre volvió”. Las recetas son italianas y eso se nota.
“Cuando vengo a Mar del Plata, hay dos cosas que sí o sí tengo que hacer: ir a la playa y venir todos los domingos a comer acá”, afirma un hombre de canas al viento que afirma que hace 30 años que visita el restaurante y que espera ansioso su mesa, mientras saluda a los dueños como si fueran amigos de toda la vida.